domingo, 13 de mayo de 2007

Anoche lloré

On a Sunday afternoon me dedico a hacer nada, esperando que lleguen las seis. Cuántas veces deseamos parar el tiempo y otras veces su lentitud nos aplasta como el plomo... Mañana vuelvo a la cueva del lobo y tengo miedo. Anoche lloré, sin saber por qué. Por todo y por nada. No podía dormir, no me dejaba el miedo, la angustia, la indecisión. Como una niña abandonada. No quiero perderlo. Temo dar un paso en falso, actuar con torpeza y tirar el castillo de naipes que alimenta mis sueños. ¿Qué hacer? La decisión es sólo mía. No es fácil hacerse mayor, guisárselo y comérselo uno solo. Sobre todo ahora que su imagen es la luz de mis pupilas y su esencia ha contaminado mis venas. Ahora que me basta con una palabra suya, con sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo para ser feliz. ¿Casualidad o causalidad? A veces la vida se podría meter sus pruebas de fuego por el culo.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Porrillo mañanero, molón el día entero


Hoy es un día de mierda: llueve, llueve, llueve. Menos mal que me queda el recuerdo del fin de semana en Holanda con mis amigas: tranquilidad, playa, conchas en la arena, desayuno con diamantes, restaurante griego, canales, bicis, putas, camarón y coffe shops. Éstas son las palabras clave de una escapada que ha merecido la pena por muchas razones: cambiar de aires y salir de mi zulo, conversar durante horas con el murmullo del oleaje como banda sonora, ver el mar después de siglos, hacer realidad el sueño de conocer Amsterdam, ciudad que nunca duerme y que me ha cautivado con sus canales, sus bicis, su gente sonriente y liberal... Vamos, que ha sido un lujo. Ha sido bastante chill out, en eso se nota que nos hacemos mayores; prefiero estos fines de semana de paseos diurnos y conversaciones profundas a fiesta-fiesta al más puro estilo Pocholo. Pero me gusta así. Esto es vida.
P.D. La frase del título va por Paula. jejeje

jueves, 3 de mayo de 2007

No es bueno pensar tanto


Pensar, pensar, pensar... Un día voy a reventar de tanto darle a la pelota. Las paranoias, los miedos se enredan en mi pecho, oprimiéndolo, angustiándome, robándome el aire y la sonrisa. A mí, como a muchos otros, me han educado para no perseguir la felicidad, sino un estatus, seguir un camino trazado por la sociedad atemorizada por el capitalismo, la senda que la inmensa mayoría considera como"correcta". Cada vez que sale el sol en mi caos particular tiene que venir una nube traicionera a empañar mi paz, a traerme a los fantasmas que de vez en cuando olvido por el camino: el miedo y la inseguridad. Constantemente mi boca ha de improvisar respuestas que mi corazón no identifica como suyas para intentar justificar mis actos ante el resto del mundo. Estoy echa un lío. Es verdad. Siempre digo "digo" donde antes dije "diego", soy la duda hecha mujer. Sí. Lo sé. ¿Y qué? Déjame dudar, déjame existir, déjame vivir.