sábado, 8 de diciembre de 2007

Soy una osa polar

En invierno tengo la impresión de vivir en la cueva del lobo. Ahora son las cinco y cuarto de la tarde y es noche cerrada, por ejemplo. Ojalá existiera un método mágico que me hiciera hibernar como una osa todo el invierno y despertarme en carnavales. Odio el invierno en Colonia. Los alemanes se inventan historias para no aletargarse y verle el lado bueno a esta mierda de estación: mercadillos de Navidad con su vino caliente, se autoconvencen de que mola quedarse en casa frente a la tele viendo "Germany's next Top Model" arropados con una gruesa manta y bebiendo té caliente... Cada vez que alguien me dice que el invierno "tiene su aquel" se me hincha la vena del cuello... En fin, los dejo que vivan en la ignorancia.
Yo, que vengo del país de la luz y el arcoiris, lo paso fatal en invierno. Los primeros años me deprimía de verdad; ahora he pasado simplemente a dormirme por las esquinas. No me gusta desperdiar horas útiles de mi vida de esta manera, pero es que no lo puedo evitar!!! No sé si decir que soy una osa o la bella durmiente, que queda más fino y bucólico. Bueno, corto y cierro, que me vuelvo a la cama... No, es broma, voy a intentar hacer algo provechoso de lo que queda del día, que no es mucho.
Dulces sueños desde la cueva

jueves, 15 de noviembre de 2007

Eres mala

Por qué te has vuelto así de mala? Te ha tratado tan mal la vida como para que tengas esa cara de vinagre permanentemente? Me rindo. No puedo más. En la distancia, tus reproches me devoran por dentro como la carcoma y tu semblante gris perturba mis suenhos. Ni si quiera te mereces que escriba esto pensando en ti, que tenga que escribir proyectando tu imagen en mi mente para aliviar el trance, el trauma que me dejan tus palabras llenas de veneno cada vez que hablo contigo. Durante mucho tiempo he intentado excusar tu comportamiento injusto, tu frialdad letal y tu impasibilidad castigadora. Ahora me niego hacerlo. Hace dos días descubrí que el límite entre el dolor y la indiferencia es difuso. Por suerte, tras un leve tropiezo que me hizo tocar fondo, me he vuelto a levantar con intención de cruzar la frontera. Esta vez, espero que para siempre.

martes, 18 de septiembre de 2007

Paciencia y barajar

Buscar curro es como una partida de cartas: hace falta mañas, rodearte de la gente adecuada (uséase, contactos, enchufes, o como se le quiera llamar) y, sobre todo, SUERTE. El azar muchas veces decide el desenlace del juego. Nada que ver con lo que pensaba en mis tiernos años de estudiante, cuando, inocente de mí, estaba convencida de que a uno lo contratan por sus capacidades y que el concepto "enchufe" no se daba más que en excepciones. Ja! A decir verdad, cuando estaba haciendo la carrera estaba en la parra, me sentía privilegiada por haber sido admitida en una facultad con un examen de acceso peor que el cásting de OT y me concentraba en sacar buenas notas, sin ni siquiera pensar en cuánto iba a ganar al trabajar, ni cómo sería un día en la vida de un currante de mi oficio. Me conformaba con asentir con una sonrisa placentera cuando los profesores nos aseguraban que en este mundo "hay muchas salidas" y que poco menos que nos iban a llover las ofertas de trabajo. Ja! Es cierto que hay posibilidades, pero yo me pregunto: si alguien me hubiera dicho que el sueldo medio al que puedo aspirar en una empresa en Espana son 1.200€ al mes, hubiera vuelto a estudiar lo mismo? En el fondo he de admitir que sí, pero por cabezonería, lo cual no significa que las universidades no estén en la obligación de orientar a sus pimpollos sobre lo que les espera ahí afuera: una remuneración en absoluto generosa para el talento y los malabares intelectuales que requieren la profesión y la plaga del teletrabajo, que nos está engullendo poco a poco.
Ahora me encuentro con una mano delante y otra detrás. Como ya dije en otra ocasión, tengo mi futuro asegurado durante seis meses, pero después no tengo ni idea de lo que pasará con mi vida. Hay gente que se toma con filosofía la búsqueda de empleo. Yo estoy haciendo progresos y aprendiendo a controlar mi ansiedad, pero hay veces que la espera con su "a ver qué pasa" adosado me chamusca la cabeza. Me han hecho un par de ofertas y ninguna me convence; aun así, no puedo evitar sentirme culpable por rechazar trabajos, tal y como está el panorama.
Pero es que me gusta apostar por el más difícil todavía: se me ha metido entre ceja y ceja ir a Francia. Además de obvios motivos personales (ejem), me tira aprender otro idioma nuevo. A pesar de adorar Colonia, a veces el corazón me pide aires nuevos. Los 25 pesan y sé que no quiero echar raíces aquí. Por eso, inconscientemente, me doy cuenta de que es hora de partir, aunque una parte de mí se quede aquí para siempre, un pedazo no es un todo, y antes de que la inercia me venza contra mi voluntad, he de ser fuerte y tomar una decisión. Pero adónde? Los nómadas no tienen mucho futuro en el mundo actual. Una pizca de espíritu bohemio está bien, en su justa medida, por desgracia uno no puede pasarse recorriendo el mundo con una guitarra toda la vida. No en este mundo ni en esta época.
Entre oferta y oferta que leo en mis horas apáticas de trabajo, me pongo a estudiar un libro de francés que me he comprado. No sé si mi futuro estará en el país del queso, el champán y las ostras, pero por ahora es la idea que más me seduce. Siempre me han gustado los retos imposibles. Quizás me dé de bruces con el suelo y termine llorando de rabia ante el fracaso, mi peor enemigo. Pero me puede la cabezonería y el atractivo de los imposibles.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Sexo, drogas y drum&base

Hermosa, idílica, petarda, lasciva, turística, bohemia, underground, loca, insómnica, viva, multicultural... Siempre nos quedará Amsterdam. Una de las ventajas de vivir en Colonia es que está literalmente en el centro de Europa, y eso hay que aprovecharlo. Un coche de alquiler y unos cuantos colegas completan el plan de lo que puede ser una escapada perfecta. La mala organización de las mafias francesa y espanola apuntaba a fracaso, pero tras una hora dando vueltas sin tino por la carretera, encontramos milagrosamente la autovía correcta. Paso de hacer un relato del viaje, porque todo el que alguna vez haya estado por Amsterdam sabe lo que hay. De esta visita, me quedo con: la cara de la estadounidense (pro Bush) que venía con nosotros al pasar por el barrio rojo, el australiano que hacía el mejor drum & base que he escuchado en la plaza principal con dos sintetizadores y un micro, el ambiente viajero, los frikis y la cervecita al sol frente a uno de los canales. I love Amsterdam. Si hubiera encontrado una camiseta con la frase, vaya que me la hubiera comprado!!
Paz y amor

lunes, 10 de septiembre de 2007

Wieder da

Por fin las primeras líneas desde hacía meses. Una eternidad para todo el montón de cosas de las que he querido escribir. Ocupaciones varias me han apartado de este blog, aunque no del teclado del ordenador (por desgracia). Estrés, estrés, y más estrés, con algún rayo de sol entre medias en tierras francesas, acompanado de buen vino y ostras. Sé que no nací para trabajar, sino para que me tocara la lotería, pero mientras eso no suceda (y lo más probable es que me muera sin que pase), tendré que currar como todo hijo de vecino. Tras una búsqueda ardua, no he encontrado más que unas prácticas, en lo mío, eso sí, pero estoy harta de pertenecer a la "generación Praktikum" o de los mileuristas. De momento tengo mi futuro asegurado durante seis meses, pero, y luego? Se barajan muchas posibilidades, me gustaría mirarme por un agujerito y curiosear qué me depara el futuro próximo. El cosquilleo ha sustituido a la náusea en mi estómago, lo cual quiere decir que estoy empezando a disfrutar de la bella incertidumbre. Ahora sí. Hoy sí.

lunes, 11 de junio de 2007

Mediocridad cool

Si después de un día que me revienta la cabeza de tanto darle a la tecla, aún me entran ganas de escribir un nuevo post, imaginaos mi grado de indignación ante el asunto que voy a criticar. Y es que estoy mega harta de vivir rodeada de gente "cool" que lee el periódico para hacer alarde en su círculo de conocidos de cuánto saben de la actualidad y que en el fondo no se creen ninguna de sus miserables palabras revolucionarias.

Sí, estamos en la era de la mediocridad y el disfraz cool, de gente que lleva camisetas del Ché Guevara cuando no saben ni quién era, o chapas con la estrella comunista, cuando se van de vacaciones a África por ser más barato y luego vienen criticando lo mal que huele la gente de allí y la cantidad de suciedad que atesta las calles. Yo a mi alrededor tengo algunos especímenes categorizables en este perfil y la verdad es que cada vez que empiezan a ridiculizar a Angela Merkl - no por convicciones políticas, sino porque lo que mola es ser de izquierdas e ir de hippy - y a protestar contra el G-8 ALUCINO, VECINO!!! Estoy harta de niñatos pseudo-concienciados que arremeten contra el sistema mientras chupan de él todo lo que pueden y un poco más; de gente que va de solidaria y anti-globalización y te tratan como si fueras gilipollas por ser extranjeros, que aprovecha la mínima ocasión para mofarse de la música que escuchan los vecinos turcos y del tufo que echa el extractor del Kebap-Haus al que curisoamente acuden cual rayo cada vez que se les agotan las reservas en casa. ¡Así no se puede! Hala, ya me desahogué.

viernes, 1 de junio de 2007

Montaña rusa

La vida es como una montaña rusa: estás arriba y al segundo siguiente, abajo. Ahora el corazón llora y mañana irradia plenitud. En las últimas semanas me he sentido como subida al Dragon Kahn: angustia, indecisión, alegría súbita, depresión profunda... Reconozco que me han educado para ahogarme en un vaso de agua, un lastre difícil de olvidar por el camino. Por fin ya estoy más estable emocionalmente, he logrado aclararme en algunos temas y encontrar mi nirvana transitorio. Aunque no sé si dentro de dos días estallará la tormenta de nuevo. Pero, a decir verdad, ni lo sé ni me importa. Lo he pasado demasiado mal como para seguir dudando y temiendo las consecuencias de mis actos. Lo que sea, sonará. Y Lisboa queda aparcada por una causa mayor. Decido y respiro hondo. Punkt aus.

domingo, 13 de mayo de 2007

Anoche lloré

On a Sunday afternoon me dedico a hacer nada, esperando que lleguen las seis. Cuántas veces deseamos parar el tiempo y otras veces su lentitud nos aplasta como el plomo... Mañana vuelvo a la cueva del lobo y tengo miedo. Anoche lloré, sin saber por qué. Por todo y por nada. No podía dormir, no me dejaba el miedo, la angustia, la indecisión. Como una niña abandonada. No quiero perderlo. Temo dar un paso en falso, actuar con torpeza y tirar el castillo de naipes que alimenta mis sueños. ¿Qué hacer? La decisión es sólo mía. No es fácil hacerse mayor, guisárselo y comérselo uno solo. Sobre todo ahora que su imagen es la luz de mis pupilas y su esencia ha contaminado mis venas. Ahora que me basta con una palabra suya, con sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo para ser feliz. ¿Casualidad o causalidad? A veces la vida se podría meter sus pruebas de fuego por el culo.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Porrillo mañanero, molón el día entero


Hoy es un día de mierda: llueve, llueve, llueve. Menos mal que me queda el recuerdo del fin de semana en Holanda con mis amigas: tranquilidad, playa, conchas en la arena, desayuno con diamantes, restaurante griego, canales, bicis, putas, camarón y coffe shops. Éstas son las palabras clave de una escapada que ha merecido la pena por muchas razones: cambiar de aires y salir de mi zulo, conversar durante horas con el murmullo del oleaje como banda sonora, ver el mar después de siglos, hacer realidad el sueño de conocer Amsterdam, ciudad que nunca duerme y que me ha cautivado con sus canales, sus bicis, su gente sonriente y liberal... Vamos, que ha sido un lujo. Ha sido bastante chill out, en eso se nota que nos hacemos mayores; prefiero estos fines de semana de paseos diurnos y conversaciones profundas a fiesta-fiesta al más puro estilo Pocholo. Pero me gusta así. Esto es vida.
P.D. La frase del título va por Paula. jejeje

jueves, 3 de mayo de 2007

No es bueno pensar tanto


Pensar, pensar, pensar... Un día voy a reventar de tanto darle a la pelota. Las paranoias, los miedos se enredan en mi pecho, oprimiéndolo, angustiándome, robándome el aire y la sonrisa. A mí, como a muchos otros, me han educado para no perseguir la felicidad, sino un estatus, seguir un camino trazado por la sociedad atemorizada por el capitalismo, la senda que la inmensa mayoría considera como"correcta". Cada vez que sale el sol en mi caos particular tiene que venir una nube traicionera a empañar mi paz, a traerme a los fantasmas que de vez en cuando olvido por el camino: el miedo y la inseguridad. Constantemente mi boca ha de improvisar respuestas que mi corazón no identifica como suyas para intentar justificar mis actos ante el resto del mundo. Estoy echa un lío. Es verdad. Siempre digo "digo" donde antes dije "diego", soy la duda hecha mujer. Sí. Lo sé. ¿Y qué? Déjame dudar, déjame existir, déjame vivir.

miércoles, 25 de abril de 2007

Creced y multiplicaos

A partir de ahora será legal abortar en México D.F. en las 12 primeras semanas de gestación. Mientras la mitad del país, el Vaticano y otros millones de falsos beatos más papistas que el Papa se rasgan las vestiduras, yo sólo puedo decir una cosa al respecto: bravo. Ni más ni menos.
Sigo sin entender muy bien por qué tanto escándalo con el aborto, con la infinidad de aberraciones que lleva perpetradas el ser humano desde sus orígenes y de las que hoy por hoy somos testigos indiferentes a través de las noticias: invasiones de países en la miseria con el pretexto de la presencia de armas ficticias, torturas, incendios forestales, mentiras políticas, las consecuencias de la colonización en medio mundo... Y un largo etcétera de calamidades. Vamos, que el mundo está hecho una mierda, como para que la gente ponga el grito en el cielo por la legalización del aborto.
Si una mujer quiere abortar, está en su derecho. Al fin y al cabo, el proyecto de ser humano está creciendo como un alien en su interior, alimentándose de su comida, respirando su aire, habitando su vientre durante nueve meses sin tregua. Una de las cosas más bellas que le puede pasar a una mujer es tener un hijo. Pero deseándolo. Soy de las que piensa que un niño tiene que venir al mundo para ser querido y poder disfrutar de una vida digna, bastante mal pinta la cosa ya de por sí (el apocalipsis se acerca) como para encima condenar a una pobre criatura a una existencia miserable, a ser blanco de reproches, desencadenante de frustraciones paternas que no desearon su llegada en su momento y ahora no llegan a final de mes, etc.
"Creced y mulitiplicaos", dijo Dios cuando creó el mundo y todo era bonito y recién estrenado. Ahora, en un planeta atestado, cobijo de guerras olvidadas, que lleva por bandera la miseria de tres cuartas partes ante la indiferencia y pasividad de la minoría restante, el Papa sigue diciendo lo mismo. No sé cómo no le da vergüenza seguir escupiendo esas burradas desde su burbuja de opulencia. Que se enteren todos los papistas que una mujer no aborta por gusto. Abortar no es como comerse un helado, leer un libro o ir al cine. Cuando una mujer decide dar el paso, seguramente deja atrás noches en vela y cargos de conciencia por rechazar a un hijo que quizás sí desea tener, pero en otras condiciones. Abortar es un trauma, no un gusto de mujeres despiadadas y desnaturalizadas. Si fueran los hombres los que se quedaran embarazados, el aborto se hubiera legalizado hace décadas. Me juego el cuello (y no lo pierdo).

viernes, 20 de abril de 2007

Droga


Tengo predilección por las historias complicadas. Por eso te quiero cada día más. Te necesito como una droga. A pesar de las dificultades, porque éstas, si no acaban con nosotros, nos harán más fuertes. Me atormentas con tu falta de expresividad; cuando te quedas mudo regalándole al cielo tu triste mirada azul, me gustaría poder romper la pared de silencio que separa tu universo del mío, bucear en tu cabeza para saber lo que piensas y respirar tranquila o hundirme contigo. Aunque a veces me asaltan las dudas, al verte éstas se disipan, he llegado a pensar que eres mi alma gemela, el compañero perfecto. Eres el primero: nunca antes había querido que nadie dejara su semen dentro de mí. Porque a tu lado los demás son escombros, porque hay un antes y un después de ti, porque no he conocido amor más puro, más verdadero; porque confío en ti. Porque te amo.

martes, 10 de abril de 2007

Dreams

A las puertas del cuarto del siglo, el caos que rige mi cabeza va asimilando pinceladas de lucidez después de casi tres años, a la par que el paso del tiempo va endureciendo las facciones de mi cara. Mis ideas se van aclarando, no puedo ignorar lo que el corazón me pide a gritos. Mi sueño eterno. Así que lo perseguiré. Puede que esta obsesión acabe conmigo antes de llegar en la meta, que me condene a la frustración y a la mediocridad de una vida no elegida voluntariamente, pero tengo que enfrentarme, no voy a ser tan despreciable y cobarde de dejar de luchar por lo que siempre he querido ser teniendo la oportunidad de intentarlo. Lo haré. Si todo sale bien, en octubre pondré rumbo a Lisboa. Está decidido.
"They didn't know it was impossible, so they did it"

domingo, 1 de abril de 2007

Historia de un tatuaje


Sucedió en París. Con premeditación y alevosía. Tres mujeres se arrastran por las estaciones de metro y por las calles de la capital francesa en una lluviosa mañana de sábado con un único objetivo: decorar su cuerpo con sendos motivos que les recuerden siempre el encanto del encuentro y la locura de los años mozos que nunca volverán, pues el tiempo pasa y la juventud es efímera.



Ya habían hablado de ello, de hecho lo querían haber hecho la vez anterior que se reunieron, en noviembre y en Colonia. Pero era un sábado por la tarde cuando se les ocurrió la hazaña y tanta espontaneidad no les daba mucho margen de acción. A esa hora no habrían encontrado ningún estudio abierto. Por eso esta era la ocasión: París, glamour, tatuadores reputados de los que tenían referencias... Entran en el estudio en las manos de cuyo artista estaban deseosas de ceder un trozo de su piel. No obstante, su gozo cayó en un profundo pozo, pues el gilipollas de la entrada les dijo que no había hueco en la agenda, que tenían que haber reservado, cuando días antes J. (la residente en París) había llamado y no le habían dejado pedir cita alegando que no habría ningún problema para que las atendieran el día D. Chasco, chascazo. El sueño del tatuaje se estaba yendo al garete por instantes.



Decidieron intentarlo en la otra punta de la ciudad, en un estudio por el que J. pasa diariamente para ir a trabajar. Reja echada, puerta abierta y música que sale del interior. Esperan un par de minutos, pero tiene pinta de que ahí no hay ni rata. Por lo que ven desde fuera, el lugar es friki, friki, pero les da buena espina. A todo esto ven llegar al artista (sabían que era él por las fotos de la página web del estudio): hombre de unos cincuenta y pico años, ojos azules cielo, pendientes, melena cana, rostro marcado por los surcos de la edad y seguramente una vida exprimida al máximo, sonrisa profidén. "¿Estabais esperando?" fueron sus primeras palabras. Preguntó qué se querían hacer y acto seguido las invitó a un café al bar de enfrente. Tanto buen rollo no podía ser verdad. ¿Les saldría la jugada redonda o sería un tío loco que les extirparía los órganos en la trastienda de su estudio para luego venderlos en el mercado negro? ¡Es que nunca se sabe! Durante el café la cosa se perfilaba más como buen rollo inofensivo que peligro inminente. Jimmy, el tatuador, fue preparando el material y la plantilla del primer diseño que J. residente en Madrid había diseñado ella misma para la ocasión y se quería tatuar en el que según el experto es el "lugar más doloroso del cuerpo": el pie. Mientras tanto, un amigo inglés del artista hizo acto de presenia en el bar para entretener a las dicharacheras damas hasta que todo estuviera a punto en el estudio. Después de una conversación poco menos que trascendental con el hombre (a Caperucita le cayó bien, pero porque se perdió las alusiones varias a Dios que hizo y que dejaron a las dos Jotas patidifusas y algo mosqueadas), cruzaron la calle y entraron en la cueva de Alí Babá.


Llegó la hora de la verdad. J. residente en Madrid es la primera en caer. Cuando la pistola empieza a zumbar con ese ruido caracerístico y no menos desagradable, las tres se hacen de cruces: una porque está cagada con el vaticinio del tatuador y las otras dos porque saben que pronto les va a tocar a ellas. La tinta empieza a correr y ahí no hay lágrimas, gritos o rictus de dolor. J. tan pancha de la vida y sus amigas vuelven a respirar tranquilas. J. residente en París quiere tatuarse en la nuca "felicidad" en japonés, pero en un arrebato de lucidez llega a la conclusión de a ella Japón no le importa un coño y que se sentiría mucho más identificada con algo escrito en árabe, cultura que le dice mucho más y con la que ha tenido mucho más contacto en su vida. Con este propóstio se une a Caperucita, que también anda algo desesperada intentando aclararse con la idea del diseño y bucea incesante en las decenas de libros con diseños y dibujos que el tatuador tiene desperdigados en el estudio.



En esto llega el otro tatuador, Álex, y las bragas de Caperucita y J. residente en París caen inevitablemente en el suelo. ¡Qué chulazo, qué morbazo! Era él quien iba a dejar su arte en sus cuerpos de por vida... ¡Qué honor! Caperucita es la siguiente. Le explica más o menos que quiere un tatuaje que imite los tatuajes de henna de las mujeres nubias (para decirlo menos finamente, véase Madonna en el vídeo Frozen) y el tío pilla la idea al vuelo: "Vamos a hacer algo muy chido". Se lo dice con tanta convicción, que ella se lo cree a ciegas y si le hubiera sugerido un dragón escupiendo fuego, la salida de Caperucita se lo hubiera permitido irremediablemente. ¡Qué poder de convicción tan sumamente hipnótico! Después de la "escena cenicienta" (tatuador agachado en el suelo con el pie de Caperucita sobre sus rodillas haciéndole en boceto previo a la pistola, todo un momentazo!) llega la hora de la verdad. El diseño encandila a la futura mujer marcada y no pone pegas. Tras 45 luce un bonito tribal en su pierna izquierda.



Llega el turno de J. residente en París. Su búsqueda de la felicidad la ha llevado al ultramarinos de al lado, regentado por una familia árabe que le ha escrito la palabra en su idioma. Hubo diferencia de opiniones entre marido y mujer en lo que respecta a la ortografía, cosa que mosqueó un poco a J., a ver si se iba a poner algo así como "FeliZidaZ" en el cogote... Pero bueno, después de ver los ojos de aquel matrimonio brillando de emoción, la arrastró el subidón del momento y no dudó en que el chulazo artistazo le tatuara el cogote. Tras unos 10 minutos de intenso dolor pudo observar loca de contenta que la felicidad no sólo era su estado emocional natural, sino ahora parte de su cuerpo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.




Ya estoy tatuada. Tenía ganas desde los 14 años y por fin, con casi 25, lo he conseguido. Pero la espera ha merecido la pena. Ha llegado en el momento justo. Es precioso, mejor hecho imposible, y, aunque sé que los míos querrán borrarme del libro de familia por ello, no me arrepiento, espero pensar lo mismo cuando mis nietos me pregunten qué es eso que llevo en la pierna, si es que llego a vieja y con descendencia. Ojalá.


jueves, 29 de marzo de 2007

¿Dónde están los machos?


Podría escribir sobre mil cosas distintas, empezando por la quedada con mis amigas en París, que está pidiendo un post a gritos, pero hoy siento la necesidad de rendir homenaje a la figura del macho, que no machista. A mí, al igual que a la inmensísima mayoría de la chicas, me gustan los hombres varoniles como Johnny Depp (hmmmm!) o ídolos caídos del calibre de James Dean, Marlon Brando o Harrison Ford, que madre mía, cómo se las gastaban en sus buenos tiempos. Hombres de pelo en pecho (si no tienen tampoco pasa nada, es que es así la expresión!), machotes de toma pan y moja de esos que te hacen empezar a babear nada más percibir su halo testosteronil en un radio de un kilómetro a la redonda.


Pero para mi desgracia y la de los miles de millones de mujeres heterosexuales, ese tipo de hombre se está extinguiendo. Yeah, yeah, ahora los tíos ya no juegan al fútbol con los colegas, se tiran eructos y visten vaqueritos amplios con camisas de leñador... ¡Mucho peor! Ahora le ponen velas a Beckham para que les inspire con su glamour ideal de la muerte, se comparan los abdominales con los demás compañeros de gimnasio y compiten entre ellos a ver quién tiene los músculos más turgentes y la tableta de chocolate más dura, se hacen mascarillas y peelings faciales, se ponen camisetas ajustadas para salir de marcha y se depilan el pecho. Y luego, en la cama, te sueltan de vez en cuando que se ponen nerviosos, que ellos también tienen sentimientos. ¡Horror, terror y pavor! ¿Dónde vamos a ir a parar?


Como buena feminista aborrezco a los machistas, pero echo de menos al HOMBRE. Chicos, bastante hemos sufrido las mujeres a lo largo de la historia a causa de complejos físicos y de inferioridad varios, como para que ahora os desee esa deleznable cruz a vosotros. No soy tan cabrona para querer que sufráis igual que nosotras durante siglos. No lo hago precisamente por altruismo hacia el sexo opuesto, es puro egoísmo en realidad, porque a mí ese tipo de ser/engendro llamado "hombre metrosexual" no me pone nada, sería tirar piedras a mi propio tejado. Os lo suplico, no os volváis como Beckham, si estáis ávidos de ejemplos masculinos, dejaos mejor guiar por los pasos de un Johnny Depp o un Vigo Mortensen como está mandao, HOMBRES que nos vuelven locas y, aunque se cuidan, lo disimulan muy bien. Yo el día que vea a mi novio con mascarilla, echo por patas y no me vuelve a ver, por la gloria de mi madre.

miércoles, 21 de marzo de 2007

¿Ya un mes?


Ya llevo un mes con el Chupacabras. Sinceramente, me sorprende, me fascina, me hace flipar ver que no me he hartado de él y que, muy al contrario, cuanto más estoy con él, más me apetece conocerlo, más le admiro y más quiero verlo. En serio, puede que muchos pienses que lo malo malísimo -discusiones, broncas...- está aún por llegar, pero yo, en mi búsqueda inconsciente del padre de mis hijos, en cuanto empiezo algo y veo que no hay futuro más allá de la atracción física, los mando a freír churros. Estar por estar, tontería. Prefiero estar sola y a mi bola que mal acompañada. Qué gran verdad. Pero this time is different! Es la primera vez en mi vida que me gusta un tío en plan "novio", a veces me entras ganas de abrir una botella de champán y celebrarlo invitando a los vecinos. Y es que la relación más larga que he tenido no superó los 3 meses (con mi primer gran amor) y éstos no estuvieron exentos de lágrimas, incompatibilidades y frustración.


Aún es pronto para cantar victoria, a estas alturas del partido ya no creo en el amor para siempre, medias naranjas y desprecio las historias para no dormir que vemos en el cine almibarado de Hollywood, pero eso no quita que no me ilusione y esté en mi nube particular. Por fin he encontrado a un compañero con el que compartir distintas facetas de mi vida aparte de la de amante. Me gusta mucho esa sensación.


Ayer fuimos a un concierto (¿o he de decir conciertazo?) de Fanfare Ciocârlia en el Stadtgarten, mi sala favorita de Colonia. Un francés y una española en un concierto de pura explosión balcánica. Entre aplauso y bailoteo me mangaron el abrigo. De camino a la parada de metro, el Chupacabras me cedió el suyo, optando por quedar como un señor conmigo y cagarse de frío hasta la parada. Benditos los novios, sobre todo en invierno....


miércoles, 14 de marzo de 2007

Amor

Estoy enamorada por primera vez en mucho tiempo. Hay gente a la que le da miedo reconocerlo -como si fueran a perder su libertad por admitirlo-, que dice que uno se enamora poco a poco y que hay que mantener la cabeza bien fría y no darlo todo desde el principio porque luego vienen los chascos y las lágrimas... Yo no puedo, soy del "o todo o nada", mi teoría es que no se puede ser racional en un ámbito regido por el corazón. No quiero tachar de fríos a los que no son como yo, ya que el mundo es diverso, pero yo abogo por los prontos pasionales y la sinceridad emocional, cada día más extintos en la gélida sociedad del individualismo. Aunque sigo teniéndole pánico al desamor, no me siento ridícula por reconocer lo que siento, aquí y ahora. Puede que mañana sea distinto, que se apague la chispa del principio y me quede indiferente ante Su presencia, pero desde hace dos semanas no pasa un minuto sin pensar en él...

miércoles, 28 de febrero de 2007

Asfixia

24 horas y ya me arrepiento de estar aquí. Quiero huir... de tu mirada profundamente triste, de tu aura contaminada, de tus comentarios hirientes, de tu indiferencia castigadora, de tu máscara de hierro. Te quiero, pero no puedo estar contigo. Me haces daño; rompes mi libertad; alteras mi paz interior. Sólo tú haces que me cuestione mis principios y convicciones. Durante años he deseado dejar de ser diferente, fundirme con la masa alienada y dejarme arrastrar por la corriente. Para agradarte, para que estuvieras orgullosa de mí, obedeciendo la jerarquía de la sangre. Ahora que grito mi verdad, que soy más valiente que tú, que me he enfrentado a mis fantasmas y salido victoriosa, que he amado y llorado por amor, ahora que, en definitiva, he aprendido a dirigir la orquesta de mi vida, me das la espalda y me destrozas con tu desprecio.
Sé que no lo haces conscientemente, o quizás sí y te da igual; puede que en definitiva ésta sea tu única válvula de escape para descargar todo el rencor y la frustración que has cosechado en tus décadas de existencia. Sé que tienes motivos para llorar, pero es un insulto a la vida que tires la toalla de esa manera y te dediques a ser el testigo pasivo de tus días miserables. La cobardía te está carcomiendo. Haría lo que fuera por que reaccionaras, por que despertaras de ese letargo y vivieras de verdad, que encontraras una ilusión por la que levantarte cada mañana, que te enamoraras y descubrieras que la felicidad no está en los libros de autoayuda que devoras con la esperanza de encontrar la piedra filosofal que te devuelva la sonrisa.
Pronto me iré y te dejaré con tu pena, tu mezquino día a día y tu odio hacia ti misma y hacia el mundo que te rodea. Marcharé y podré respirar otra vez sin sentir la asfixia angustiosa que me oprime el pecho cuando estoy a tu lado. Pero seré incapaz de olvidarte o dejar de quererte con todo mi corazón, porque, para bien o para mal, existo gracias a ti.

viernes, 23 de febrero de 2007

Resaca carnavalera


Terminé el otro post diciendo aquello de "mañana más y mejor" y ha pasado más de una semana desde entonces. Siete días surrealistas en los que he acumulado todo un carro de anécdotas para relatar en sendos posts, aunque bien podría llenar un blog entero... jeje Comencemos por el viernes.


Viernes. A las 15:30h voy a buscar a mi amiga A. a la estación central. Tras hacerle la ruta obligada por la ciudad y pasar por el supermercado para hacer una generosa compra para el agitado fin de semana, me doy cuenta de que se me he olvidado las llaves en casa. Big big mistake: lo que en circunstancias normales se hubiera saldado con un timbrazo, puesto que vivo con otras cuatro personas, adquiría ahora dimensiones de gran putada, porque ninguno de mis compañeros estaba en la ciudad ese día. ¡Horror, terror y pavor! Después de analizar la situación durante media hora y sin mucho éxito, desistí en el intento más factible y suicida que se me ocurrió - saltar por la ventana de la escalera a mi balcón apoyándome en la tubería gigante que recorre la fachada- y opté por lo más socorrido: llamadita de S.O.S. a mis mejores colegas, que nos ofrecieron cobijo para la noche a mí, mi amiga catalana y la que aún estaba por llegar horas más tarde. Esa noche okupil y comunal, durmiendo tiradas en sofás y colchonetas de aire a medio inflar, fue un comienzo accidentado pero dulce, la entrada en un carnaval de matrícula....


Sábado. Desayuno con diamantes: bollos, panes, delicias turcas, nutella... Yo, pendiente del móvil porque uno de mis compañeros había quedado en llamarme cuando estuvieran de nuevo en la ciudad para que pudiéramos ir a casa a ducharnos y disfrazarnos para el GEISTERZUG, desfile alternativo en la que la gente que participa es el propio desfile, con batucadas, buen ambiente, etc. Y nos dieron las 12, la 1, las 2 y el móvil sin sonar. ¡Que les den! Pasamos de comernos la cabeza con ir a casa obligatoriamente y nos quedamos en el piso de mis amigos N. e I. preparandono nuestros disfraces improvisados de CLAN FLAMENCO, yeah! Nosotras íbamos muy gitanas e I., muy patriarca en plan "Equipo Ja". Quedamos en el barrio del desfile con compañeros de curro de mis amigos: pandillita de franceses a cual más brioche: uno iba de elefante, otro de pirata (hmmmm!), otro de monje, otro de chupacabras... Fue llegar y Francia y España comenzaron a hacer fichajes y fijar objetivos. ¡Menudo descaro! A esto tengo que decir que la noche de okuping del viernes nos dio por hablar de hombres, de sexo y de las ganas que teníamos de "triunfar" en Carnaval. Comienza el desfile. El Arca de Noé avanza con el Clan gitano por entre la multitud sin saber muy bien hacia dónde ir. ¡Qué caos! En estas se nos une nuestro amigo G., alias Caperucita Roja. En un momento de desconcierto y falta de coordinación, nos dimos cuenta de que habíamos perdido a los franceses. ¡Noooooooooooooooooo! ¡Nuestro gozo en un pozo! La ilusión de ligarnos a los brioches se había desvanecido y con ello vino una media hora de caras largas y ligera pataleta por mi parte (soy muy cabezona y cuando me hago a la idea de que va a pasar algo y se chafa, me cago en tó, lo reconozco). De repente los volvimos a encontrar y nos dio un subidón de feromonas. A esas alturas de la noche ellos estaban bastante alcoholizados y no hacían más que cantar himnos franceses y canciones de machitos... En esto mi amiga J. empezó a tontear con el Mosquetero, amigo del Chupacabras y residente en París, igual que ella. Fichas por aquí, fichas por allá, pero él se hacía el duro y J. no estaba para que le anduvieran con rodeos, así que no dudo en ceder a las insinuaciones de otro francés que iba indio apache. A mí me molaba el Pirata del pañuelo rojo en la cabeza, pero como parecía que era un poco tonto, me fui a hablar con el Chupacabras por aquello de hacer algo...

[Aquí debería hacer un pequeño inciso para aclarar el contexto. El Chupacabras en realidad es Jo., un francés vecino mío que conozco desde hace un año y que me molaba, pero por hache o por be nunca habíamos coincidido en el momento adecuado en el lugar adecuado, como se suele decir... Así que el "tilín" que me hacía había quedado un poco aparcado en los últimos tiempos, sobre todo porque él se había pasado tres meses en Boston y luego yo uno en España. A finales de enero nos volvimos a ver, le invité a cenar a mi casa con más amigos. Carnaval era la segunda ocasión de encuentro.]


... Y le dije al Chupacabras que mi amiga J. y yo estábamos tristes porque nadie nos quería. Total, que me se me quedó mirando con los ojos como platos fíjamente con una cara que no sabía muy bien cómo interpretar y a los dos segundos me pegó un morreo de alucine. Yo no me lo podía creer, más que nada porque su actitud para conmigo nunca me había revelado el más mínimo interés sexual hacia mí. Yo que ya había desterrado la idea de tener con él algo más que una buena amistad, y el gabacho va y me salta con ésas... ¡Cuánta imprevisibilidad!

Total, que estuvimos de morreo salvaje un rato y luego, a celebrar con el resto: brincos, bailecillos por la calle al compás de la batucada improvisada que se había formado... Él se centró en sus colegas franchutes que estaban de visita, ignorándome bastante, a decir verdad, tanto que pasé de ser el blanco de sus impulsos fogosos a un ente invisible en una décima de segundo. Ante eso supuse, basándome en desagradables experiencias de años anteriores, que la escenita de hacía tan sólo cinco minutos habría sido únicamente fruto de la locura del carnaval y el ron con cola que fluía en abundancia por sus venas.


De la calle nos movimos a un garito en pleno centro de la ciudad. Yo, claro, alerta a los movimientos del Chupacabras, a ver si se me acercaba con ganas de otro intercambio de saliva, que el primero me había sabido a poco. Dicho y hecho. Costó, pero al final cumplió. Un tímido acercamiento, un bailecito y besazo de despedida. Al final de la noche, las niñas y los niños se fueron cada uno para su casa y todos tan contentos. Yo me había comido al Chupacabras y mis otras dos amigas solteras también habían triunfado.... ¿Se puede pedir más?


Domingo. Domingo de relax. Nos levantamos en casa de mis amigos de nuevo (seguía sin tener las llaves, tanta party la noche anterior no me había dejado tiempo para quedar con mis compañeros y recuperar la preciada llave), nos tiramos en el sofá a ver una mierda de película ("Operación Swordfish", os lo digo para que no la veáis, de puro mala, diosss) y comentar la gran jugada del día anterior. Luego, ¡por fin a mi casa! A la cama pronto para estar frescas para el día D, el de nuestra fiesta de Carnaval ya mítica. Yo, secretamente, soñando con Jo. y deseando que llegara el lunes por la tarde para comprobar si los besos del sábado tendrían segunda parte.


Lunes. A las 9:00h suena el despertador. Mi amiga A. y yo estamos con una energía desbordante y ganas de cachondeo; ver el desfile es lo de menos, supone la excusa perfecta para reunir a nuestros amigos y conocidos en casa y montarla gorda. La gente no tarda en aparecer: los más madrugadores llegan a eso de las 10:00h, con intención de gorronear café y bollitos y pillar un hueco en las ventanas para no perder ripio de la cabalgata. En lugar de al vodka, este año me alié a la cerveza, para variar y ser más auténtica, que para eso estamos en Alemania. Rulan las birras y a las 13:00h ya noto su efecto implacable. Fue el Rosenmontag más asocial que recuerdo, hablando y riendo con mi gente e ignorando al resto de tristes que invadían mi casa, exceptuando pequeñas incursiones en el resto de habitaciones para echar un ojo y decir unos cuantos hallos, no dijeran que una es una estirada xenófoba que sólo disfruta mezclándose con la mafia hispana.


No puedo evitar mirar el reloj cada veinte minutos, deseando con todas mis fuerzas que pasen las 6 horas que quedan hasta que se hagan las 18:00h y llevarme la gran alegría o el gran chasco del Carnaval, dependiendo de si mi Chupacabras viene o no. Mi lado más obsesivo me había hecho desenfundar el móvil varias veces a lo largo del día para presionar telefónicamente a I., colega y consejero sentimental, que además comparte despacho con mi vecinito el francés. A las 18:30h aparecen I. y J., mi Chupacabras. Yo estaba como un flan, pero las birras y los chupitos de ron que llevaba a mis espaldas me lanzaron a su cuello tras intercambiar unas frases en plan "small talk" para tantear el terreno. Y así hasta el final de la noche. ¡Qué romanticismo! ¡Qué pasión! ¿Qué tendrán los franceses que me ponen tanto? De mi casa nos fuimos todos al GREEN BAR, donde seguimos la fiesta hasta las 23:00h, hora de la retirada. Él se vino conmigo y mis amigas, por supuesto y, cuando lo dejamos en la puerta de su casa, lanzó al aire una invitación para cenar en su casa al día siguiente que yo naturalmente acepté...


Ésta ha sido la crónica del loco Carnaval. Podía haber escrito carros y carretas, pero no es plan de agobiar. Contra todo pronóstico, la alianza Francia/España ha sobrevivido a la resaca, pero los detalles los dejo para la próxima...


PAZ Y AMOR



jueves, 15 de febrero de 2007

Diario de un carnaval... ¿loquísimo?

Se nota, se siente, el carnaval está presente!! Y a mí no se me ocurre otra cosa que salir ayer con mi loquísima amiga E. a un antro de pecado en el que nos hartamos de cerveza y tequila. Diosss! ¿Por qué no haré como todo el mundo de esperar a hoy para calzarme el disfraz y emborracharme hasta morir? Hoy no tengo ni putas ganas de fiesta, la ligera resaquilla y el sueñazo que arrastro me incitan a quedarme de tranqui todo el día en casa, además de quiero currar y aún no he terminado de leerme el libro de la Wolf. Por no tener, no tengo ni disfraz, supongo que volveré a ser hippy y/o pirata, como a mí tanto me gusta. ¿Pero quién tiene los huevos de no celebrar este primer día de carnaval, donde se disfraza hasta el cura de la parroquia? Si he estado 10 escasos minutos en la calle hoy y me daba vergüenza ir "de normal"!!!! Algo habrá que hacer.... Si no, vaya mierda de comienzo de carnaval!! Y éste, que seguramente será mi último como colonesa de adopción... Sea como fuere, aunque hoy no entre con bien pie en el evento, el plan general promete: el viernes llegan dos amigas, la vamos a montar!!; para el sábado ando con ganas de organizar un desayuno en mi casa con los colegas para irnos luego todos juntos de juerga a la ciudad; el lunes fiestón en mi casa.... ¿Podré con todo? Espero que sí, aunque hasta el final nadie es dichoso, como dice mi abuela... Mañana más y mejor!
Love and peace!

sábado, 10 de febrero de 2007

Mer sind multikulinarisch, mer sind multikulturell

Sábado noche. Me he tomado un café y estoy como una moto, no va a haber quien me duerma hoy... Así que en vez de ponerme a estudiar, cosa que me convendría más, me dedico a descargar mis pajas mentales en este blog... ¿Dónde se fueron mis años de sacrificio y encierro estudiantil? He perdido la práctica, se nota... Ahora me es imposible quedarme un finde en casa, el cuerpo me pide gente y salir, y no precisamente de fiesta, sino más bien hablar, tener conversaciones eternas y estimulantes con gente interesante. Y eso es precisamente lo que me ha pasado hoy.

Esta tarde he quedado por primera vez con la mujer de un buen amigo de mi compañero de piso. Ella, JL, es de Pekín y ha venido a Alemania por amor, el de N., un estudiante alemán que conoció cuando él estaba de intercambio en su ciudad natal. Yo a él lo conocí cuando regresó de esa estancia en el gigante asiático que le cambió la vida. Se quedó en nuestro piso hasta encontrar uno propio y me cayó bien desde el principio: un tío abierto, entrañable (se le iba la olla a veces, pero me dio muy buen rollo desde que lo conocí) y viajado. Es extraño, pero después de más de dos años con la etiqueta de extranjera pegada a la frente, no puedo evitar clasificar a los alemanes entre "amigos de la extranjería" o "indiferentes a la extranjería", este último saco bastante amplio y abierto a matices, en el que caben desde la mera ignorancia hasta el desprecio, pasando por la aversión en su máxima expresión. Por suerte, N. es de los que se ha visto en mi piel y siempre me vio como una persona, no como un alien. JL vino casi un año después, y hace tres meses se casaron en un arrebato romántico.
Hasta ahora sólo había coincidido esporádicamente con JL en fiestas de amigos comunes y ya desde la primera vez me pareció una tía maja, la verdad. Intercambiamos números y es hoy cuando hemos quedado por primera vez de forma "premeditada". Ya me pareció un gesto bonito y cómplice por su parte tomarme del brazo en plan amiguísimas mientras íbamos charlando bajo la lluvia de camino a la cafetería, cosa impensable entre las valkirias, que le pones una mano en el brazo cuando no son tus íntimas declaradas y retroceden del susto cual resorte (o al menos en muchos casos es así).
Estuvimos hablando en inglés, un poco de alemán, intercambiando impresiones sobre el país, su gente, la integración, el ser extranjero y diferente, congeniando desde el primer minuto a pesar de las diferencias lingüísticas y culturales, hablando del amor, de la vida, de romper moldes y las consecuencias que a veces conlleva tomar las riendas de tu destino, hasta el punto de irte a otro país por hache o por be, huyendo a veces de lo establecido, sumergiéndote en otro mundo paralelo en el que al menos tendrás el consuelo de tu procedencia para justificar el ser diferente, de la búsqueda de la felicidad y de uno mismo. Con franqueza y confianza, a pesar de ser la primera vez que quedábamos.
Una de las ventajas de ser extranjero es la facilidad para conocer y entablar amistad con gente de otras culturas, de saltarte prejuicios e ir al fondo, a la esencia de la persona, valorando a la gente no por lo que tiene, de dónde viene o por cómo viste, sino por encima de todo por su calidad humana y el grado de empatía que sientes con ella. Sé que parece raro, pero el mero de ser todos emigrados, ya sea voluntarios o forzosos, hace que nos tengamos simpatía a priori: con el turco del kiosko, el francés de la crepería, el italiano de la heladería, etc. Siempre terminas intercambiando comentarios del tipo "de dónde eres" o "qué haces aquí" con una sonrisa en los labios y la sensación de entender la historia del otro sin que te la haya contado, por la simple razón de estar en su mismo "saco", a pesar de que nuestras vidas apenas tengan nada en común. Alguna ventaja tenía que tener la globalización. ¡Viva la multiculturalidad!

jueves, 8 de febrero de 2007

Febrero blanco


La nieve cae afuera... Me he levantado agotada esta mañana, como siempre puse el despertador a las 8:00h y me he pasado hasta las 9:30h remoloneando en la cama, tenía cero ganas y todo el cuerpo dolorido después de la sesión de capoeira de ayer, dos poderosas razones para sucumbir a la pereza. Al descorrer la cortina me encontré con una generosa nevada que está cubriendo de blanco mi barrio! Por lo general no me gusta la nieve ni la lluvia, si de mí dependiera, el mundo sería un eterno verano de sol y calor, para no tener que estar día y noche con la calefacción a tope, bebiendo tés o agua caliente para variar por los fríos que me entran en invierno. Pero hoy, no sé por qué, la sorpresa de encontrarme con los copitos cayendo ha sido bastante agradable. Intuyo que éste será un día de encierro voluntario, lectura y reflexión... Al menos hasta las seis o así de la tarde, cuando quedaré con mis amigas para ir a echar un ojo a las tiendas de carnaval... La cuenta atrás ha empezado, la elección del disfraz perfecto (original pero bonito, friki pero sexy) no es moco de pavo, por eso, mejor empezar ya a que nos pille el toro. Hasta entonces, estaré pegada a este ordenata, mi eterno compañero, ya sea por cuestiones de trabajo o intelectuales (los diccionarios en línea son una de las maravillas del ciberespacio). Antes de despedirme, unas líneas de un libro que me estoy leyendo y me está gustando mucho. Literatura de la reunificación alemana... Creo que en español se llama "El cielo partido" o "El cielo dividido". Have a nice day!


"Also kehrten wir zu unserer alltäglichen Arbeit zurück, die wir für Augenblicke unterbrochen hatten, der nüchterne Stimme des Radiosprechers lauschend und mehr noch den unhörbaren Stimmen sehr naher Gefahren, die alle tödlich sind in dieser Zeit. Für diesmal waren sie abgewendet. Ein Schatten war über die Stadt gefallen, nun war sie wieder heiβ und lebending, sie gebar und begrub, sie gab Leben und forderte Leben, täglich..."


Wolf, Christa, Der geteilte Himmel

lunes, 5 de febrero de 2007

Gángsters y carnaval (2ª PARTE)

Los primeros minutos transcurren entre miraditas y banales conversaciones que brindan un acercamiento sutil, pero sin revelar intenciones definidas. Él empieza a darle a la birra, y a la media hora se vuelven a encontrar en la intimidad de una multitud invisible, solos ella y él, rodeados por un halo de tensión que se puede cortar con cuchillo. En esto aparece una amiga muy francesa y muy borracha de la Caperucita, que ya estaba puesta en antecedentes de la atracción entre ambos y hace de Celestina fugaz: "¡Pero qué pasa aquí! A ti te gusta ella, a ti te gusta él, daos un beso!!!" Se miraron, sonrieron y se dieron un dulce beso con lengua... ufff! qué escalofríos sólo de recordarlo... Caperucita ya se veía con novio formal y hasta con padre de sus hijos, si me apuras, que la pobre tiene una imaginación desbordante que se monta un castillo en el aire en una décima de segundo... Pero ella no es tonta, y viendo las jugadas maestras del capo para evitarla y escabullirse entre la gente, huele el desastre. Al principio no quiere ver lo evidente y termina desconsolada llorando la humillación en el baño arropada por su mejor amiga y la novia de uno de sus compañeros de piso (no el mejor amigo del susodicho, sino el otro). ¿Qué coño le pasa a ese anormal??? Tanto tirarle los tejorros y pringarle la capa a babazos para que luego la rechace después de un mero beso. ¿Sería que no le había gustado el beso? ¿Serían paranoias de mujer? Para salir de la duda, decide ir y preguntárselo a la cara:
Caperucita: Oye, ven, que quiero hablar contigo.
(El otro cara de póker, pero le sigue cual manso corderito al pastor. Caperucita se dirige con un disimulado paso firme tambaleante a causa del vodka a su cuarto. Una vez dentro los dos cierra la puerta y le planta cara al Al Capone ése de pega.)
C: Quiero que sepas que me parece lo puto peor lo que has hecho antes, de besarme y luego qué, pirarte por ahí como si no hubiera pasado anda.
P: Pero, Caperucita, es Carnaval! Sí, nos hemos besado, y ha sido súper bonito, pero estamos aquí, de fiesta...
C: ¿Qué? Pero, ¿qué te crees? ¿que voy besando por ahí a todo el que se me cruza por delante? Sólo he tenido un novio desde que estoy aquí, de eso ya hace un montón, desde entonces no he vuelto a enrollarme con nadie, te he besado porque me gustas. Yo pensaba que también te gustaba. Hace un año en el concierto de B. (antiguo compañero nuestro de piso) me tiraste los tejos de mala manera, yo pensaba que yo te gustaba.
(Cara de más póker todavía del susodicho, empieza a mirarle a los ojos a ella con cara de flipado, como si todo le pareciera increíble).
P: Pero, yo jamás pensé que tú te ibas a fijar en mí... Yo no sabía nada, si lo hubiera sabido...
C: Pues claro, si no no te hubiera besado..
P: Pero mírate, tú eres súper simpática, inteligente, eres de Salamanca, guapa, tienes estilo... Yo soy un alemán, aburrido, no tengo dinero... (Ahora la flipada, y de qué manera, es Caperucita)
C: Si no te gusto, dilo y punto, y esta conversación se acaba... Yo pensaba que te gustaba...
P: Si no es eso, me gustas, C., es que este fin de semana he conocido a una chica...
C: Si tienes novia sal ahora mismo de aquí, yo respeto las relaciones, no me voy a meter por medio, vete!
P: No, no, no es mi novia, yo no sabía que yo te gustaba, C....
Ahora la arrincona contra el armario de la habitación, la rodea con sus brazos de oso, le muerde en el cuello (no le dejó moretón de milagro), le pasa los brazos por la espalda... De repente se retira para decirle apuntándole con el dedo índice con expresión de advertencia:
P: Soy malo, muy muy malo... (Ella no sabe si reír o llorar, qué significa esa situación, por diossss!!)
C: Bueno, qué!
P: Ay, tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo, tengo miedo...
C: Miedo de qué?!!!!
P: C., es que somos vecinos...

Para ella eso era todo un ventajón, tener al novio al lado y con apartamento para él solo, todo un chollazo. Entretanto él la vuelve a estrujar con sus brazacos de gigantón y ella siente que tendrá miedo, pero ganas no le faltan, está pero que puesto a tono, el capo.
Cuando C. ya está convencida de que el ataque de miedo del otro había sido un lapsus pasajero y ya está relamiéndose de gusto al visualizar el maratón de sexo que les aguarda, el otro salta:
P: Creo que me voy a ir a casa.
C: Pero cómo te vas a ir?
P: Sí, sí ... (con carita de niño bueno, como el que no ha roto un plato)
Caperucita no se lo podía creer, pensaba que era un farol... ¡Pues no! El tío tuvo los cojonazos de pirarse a casa a dormir la mona en soledad antes de quedarse arropado por los besos de la amorosa Caperucita-Janis... Decepción, humillación, horror! Ahí Caperucita se cagó en el que dijo que los tíos siempre tienen más ganas que las mujeres. ¡¡¡¿¿¿Pero en qué cabeza cabe una reacción así?!!! ¿¿¡Es gay o qué!?? ¿No le gustaba? ¡¡¡No!!! Peor que eso: era un puto cobarde.
Así que ahí se quedó la pobre, su ego de mujer pisoteado, aguantando las miradas compasivas de sus compañeros de piso (incluido el amigo íntimo del gángster, que no sabía dónde meterse) y sin comprender nada de esa situación absurda. Ese día se dio cuenta de una triste realidad: que las mujeres son como las manzanas, que la inmensa mayoría de los tíos prefieren coger las que están pochas que arriesgar a romperse una pierna por subir a la copa del árbol a por las más frescas y deliciosas... O, lo que es lo mismo, que muchos hombres les tienen miedo a las mujeres con cerebro y prefieren quedarse con una Barbie tonta y mona (aunque sea de plástico) a la que puedan llevar a tomar el vino los domingos y lucirlas delante de los amigos, que les limpie, se dejen follar y les haga la comida, a una con personalidad propia que sea su compañera por voluntad propia y no su esclava. ¡Qué puto mundo!
Lo peor es que después de este incidente, con el que sigo flipando, sigo acordándome con ternura y cierta nostalgia de este individuo, pienso dónde estará, qué tal le irá la vida, etc. Me hubiera gustado tanto encontrármelo casualmente por las Ramblas, ir a pasear con él, sentarme en la playa y mirar las olas en su compañía compartiendo una bonita conversación de reencuentro. Es absurdo que lo desee, pero así de estúpido es el juego del amor.

domingo, 4 de febrero de 2007

Gángsters y carnaval (1ª PARTE)


Ya estoy de vuelta. La semanita por las Cataluñas me ha sentado la mar de bien. A nivel profesional ha supuesto un nuevo reto (esta vez 100% de lo míooooo!!) que me ha servido para cargas las pilas y las ilusiones y, en lo personal, me ha hecho reencontrarme con una amiga muy especial que conocí en mi verano más friki e inolvidable (hasta ahora). Veo que las cosas van saliendo y que el rompecabezas de mi vida se va componiendo sin prisa, pero sin pausa, la angustia y la incertidumbre existenciales que llevaba arrastrando desde hacía meses están, al menos temporalmente, superadas.


Quitando la barrera lingüística, que a veces me hacía sentirme un tanto gilipollas (si es que me veo hasta más suelta en Alemania! Odio no conocer los idiomas de los sitios a los que voy) he disfrutado mucho descubriendo Barcelona de noche (currando no me quedaba otra, ya me hubiera gustado poder tirarme paseando los días enteros... Cuanto más curro, más lo odio, diosss, el curro te consume la vida, pero eso es harina de otro costal, ya escribiré un manifiesto contra el trabajo en otra ocasión): Barrio Gótico, la playa, Ramblas, Barrio de Gracia... Maravilla maravillosa, me ha recordado mucho a París, con esas callejuelas oscuras llenas de misterio y encanto, esas tiendas tan chic y alternativas....


En nuestros interminables paseos y viajes en metro no podía evitar desear con todas mis fuerzas que el destino propiciara un encuentro casual con P., un chico que ni fue mi novio, ni mi rollo, sino únicamente objeto de mi deseo (y creo que yo del suyo) tiempo hace ya, aquí, en Colonia, y que se fue hace unos meses a vivir a Barcelona.... Es el mejor amigo de uno de mis compañeros de piso y, a pesar de ser un inmaduro, cobarde y patético cuando se emborracha, me ha gustado a rabiar. And the story goes like this:

Érase una vez una caperucita absorbida por la vorágine del carnaval colonés, todo un fenómeno social por estas tierras. El quinto y último día de esta fiesta, donde la gente más desfasa y flipa y lo da todo porque al día siguiente sus vidas volverán a ser igual de patéticas que antes y no tendrán la excusa del alcohol y el espíritu loquísimo carnavalesco para cometer locuras o deslices amparados por un disfraz que propicia el desdoble de personalidad, pues nadie se queda corto y esta mediana ciudad se convierte en un enjambre de gente disfrazada ávida de alcohol y sexo.


La caperucita, inocente como pocas, estaba toda ilusionada con la fiesta del lunes de carnaval, porque sabía que, como su casa está tocada por la gracia divina y queda justo encima de donde pasan los desfiles del ansiado día D, iban a venir muchos amigos suyos, de sus compañeros de piso... sobre todo le emocionaba la idea de ver a P, un peazo de lobo que ya había hecho intentos con ella hacía ya tiempo sin mucho éxito, porque ella, muy recatada y exquisita, no se iba a follar a un tío que, por mucho que le diera morbo, estaba todo borracho y tirando tejos a diestro y siniestro. Aquí o exclusividad o nada! Ella era consciente de que había feeling entre los dos, veía las babas que se le escapaban al lobo P. por las comisuras de los labios cuando ella le hablaba de España, playa y tapas con su sensual acento extranjero. Saltaban chispas, y no sólo ella lo notaba. El resto de compañeros de guarida le sugirieron que atacara de una vez, que ya estaba bien de marear la perdiz y que estaba claro que ahí había tensión sexual por ambas partes que pedía a gritos una descarga salvaje. El lunes sería el día: fiesta, cachondeo, disfraces... las condiciones propicias para la deshinibición y el acercamiento más directo.


Caperucita empezó a beber muy de mañana, para soltarse lo más que pudiera, y rezó a los hermanos Grimm para que le dieran valor para afrontar el desafío, a ella, la tímida de las tímidas... Tras un desayuno festivo con los tambores de la comparsa repiqueteando ya en la calle, empezó a llegar la gente. Ella ya se estaba impacientando a la espera de la esperadísima entrada triunfal de su lobo; mientras tanto iba matando los nervios y perdiendo la vergüenza a golpe de copa: un vodka, otra Kapiroska... Después de un par de cubatas Caperucita ya iba de lo más suelta y locuaz con su disfraz de Janis Joplin, hablando con todo el mundo, bailando, riendo, aunque ansiando por encima de todas las cosas ver aparecer por la puerta al protagonista de sus fantasías... Dicho y hecho. El susodicho no tardó en hacer su entrada con un disfraz de mafioso que le daba un siniestro aire de cabrón que derritió a la cándida caperucita, con debilidad por los malotes muy malos. Dos besos y un "qué tal" pronunciado en un castellano macarrónico aunque aceptable por parte del alemán bastaron para encender sus impulsos salvajes, y tuvo que hacerse la modosita para no tirarse al cuello de P. y arrancarle a mordiscos la camisa manchada de sangre de pega...


CONTINUARÁ....

lunes, 29 de enero de 2007

Barcelona

No acabo de llegar y ya vuelvo a salir por patas... Mañana vuelo a Barcelona por temas de trabajo. Me ha salido un proyecto laboral y allá me voy, a que me introduzcan en la materia los de la empresa. No entraba en mis planes volver a montarme en un avión tan rápido, pero la vida te presenta oportunidades y sería de tontos rechazarlas... Además, esto supone otra aventura nueva, me hace mucha ilusión, no sólo por el reto profesional, sino también porque me voy a reencontrar con una amiga que hacía tiempo no veía, voy a poder deambular por las calles de esa ciudad cosmopolita y, sobre todo... Veré el mar!! Pocas cosas me inducen más paz que el contemplar las olas en silencio, y más aún cuando la playa está desierta (no sé cómo estará ahora, pero seguro que ni la décima parte de petada que en verano). Bueno, durante esta semana los estreses harán mella en mí y me robarán tiempo para dedicarlo a la escritura de esta bitácora exhibicionista, espero venir con las tintas cargadas (metafóricamente hablando) y dejar frito el teclado de tanto que relatar.... Con esto y un bizcocho, me piro a dormir, que me espera un duro día mañana.
Besazos!

sábado, 20 de enero de 2007

Volver

Ya estoy en Alemania. Es una sensación rara y desconcertante despertar en un mundo y acostarte en otro, a miles de kilómetros, pero a dos horas de avión. El cuerpo viaja antes que la mente. He superado el primer día de readaptación, con más gloria que pena, todo hay que decirlo, y eso que el "recibimiento" de anoche me dejó un tanto chafada....

Yo no tenía la llave de casa y había quedado en que uno de mis compañeros me abriría la puerta, que no importaba que llegara tarde... Total, que llamo con decisión al timbre, me peleo con la maleta a lo largo de los aprox. 40 escalones que me separan del adorado primer piso de estudiantes en el que vivo, cuando, para mi sorpresa, mi querido colega Mitbewohner me había dejado la puerta abierta y se había vuelto a encerrar en su madriguera, sin un triste "hola" o "qué bien volver a verte"... Yo que iba con unas ganas de pegarle unos buenos achuchones, que hacía un mes que no lo veía y es mi favorito, que conste... Estoy segura de que ni está cabreado, ni ha pensado que su reacción me iba a sentar mal... Esto, que para mí ha sido un mayúsculo desplante, no ha tenido la menor importancia para su mente alemana. ¡Vamos bien! Un comienzo algo decepcionante que se añade al estado caótico y guarro a más no poder de mi piso... Horror, terror y pavor!! Si lo más limpio era mi cuarto, y eso que después de un mes de ausencia, casi me comen las pelusas al entrar...

Entre la decepción de la llegada y la mala noche que he pasado congelada (llevaba un mes sin ponerse la calefacción), amanecí aún desorientada y sin estar muy segura de haber acertado con mi decisión de volver. Pero después de unas horas, he rescatado mi espíritu colonés: al fin pude hablar con mis compañeros, luego me he ido a tomar unas cervecitas con mis amigos (sin prisas ni teniendo que pensar que tenía que llegar a una hora determinada a cenar, que no me esperaba nadie) y luego he vuelto a tener una amena conversación con uno de mis compañeros, el que es más viajerillo y me entiende mejor y no me trata como si fuera de otro planeta por ser extranjera, como hacen muchos otros gilipollas. Ahora me vuelvo a sentir ya con los pies en Colonia. Eso de que el cuerpo viaje antes que la mente a veces me da unos sustos...!!!

jueves, 11 de enero de 2007

Deutschland vs España


Terminar de leer un buen libro, como hoy, tiene en mí el efecto de un narcótico: me invade una agradable sensación de paz interior y con el mundo, me siento más inteligente, más guapa, mejor persona.... Cuando termina este pseudodopaje intelectual y vuelvo a la realidad, inevitablemente me veo como una inculta patética pretenciosa por escribir un ridículo blog con plantilla prediseñada que no aporta nada al mundo, a pesar de que cada vez que poso mis dedos sobre el teclado sueño con que un editor hada madrina me lea, vea en mis paranoias un filón y me ofrezca un contrato millonario por adaptar mi bitácora a libro, con el que me forraría, pudiéndome hacer todos los másters que se me antojaran en disciplinas para mí la hostia aunque inútiles a los ojos de este mundo capitalista e ingrato, comprarme una casita en alguna recóndita playa de Andalucía y dejar de tener que meterme cien veces al día en infojobs a ver si cae una ofertita de mierda remunerada con 800 putos euros al mes que se ajuste al perfil de servidora... Tal como le sucedió a J.K. Rowling, la del Harry Potter.... En fin, la de cosas que una se imagina en una centésima de segundo... Hay veces que me doy miedo a mí misma.

Pues lo dicho. Hoy no voy a escribir ninguna historieta en la que prime la forma por encima del contenido, no quiero hundirme por los suelos al comparar mis escasas dotes literarias con las de otros genios... Haré una lista de las cosas que me sorprendieron en su día, las que todavía me chocan y las que sigo sin entender de mi país de acogida: Deutschland, Germany, uséase, Alemania.

1. En Alemania los hombres se sientan para mear. Quizás hay españoles que también, pero no deja de sorprenderme el ir a casas de alemanes y ver que en el baño está la postalita-barra-pegatina-barra-dibujito que te insinúa o más bien te amenaza para que te sientes cuando quieras romper aguas. A mí plin, pero mis amigos españoles se pasan la advertencia por el forro, dejan rastros indeseables fruto de la mala puntería, trayendo como resultado el escándalo y la indignación de las germanas (sobre todo mi ex-compañera de piso), que nos toman por guarros primitivos.

2. Los alemanes tienen concienza ecológica (iba a añadir "más que los españoles", pero mejor me callo, porque aquí el ecologismo brilla por su ausencia). Como buenos amantes de la madre Tierra separan la basura (aquí ya se empieza a hacer, todo hay que decirlo, pero allí ya está más que asumido y de sobra aplicado) en envases con el punto verde, basura de origen biológico, papel, vidrio (y dentro del vidrio, en vidrio marrón, blanco, verde, etc.).

3. Es cierto que a los alemanes les molan mucho la cerveza y también las salchichas, igual que a nosotros nos tira la tortilla, las tapitas o el calimocho. Y aguantan, aguantan, aguantan bebiendo, como el conejito de duracell. Hay de todo como en botica, pero así es en general. Luego dicen que YO tengo un problema de con la bebida cuando después de 2 birras tengo que hacer una pausa a que baje la hinchazón estomacal.


4. La inmensa mayoría de los alemanes piensan que España es la españa franquista del Cuéntame. Además están convencidos de que somos vagos, que dormimos la siesta todos los días y que sabemos menearnos por naturaleza como Ricky Martin/Shakira. Con este tema tendría para llenar infinitos posts, un blog entero y hasta una tesis doctoral. Para ser breve y concisa, me limitaré a hacer alusión a un par de preguntas que me han lanzado en estos últimos años y que no tienen desperdicio: "¿Sólo tienes una hermana? Con la de hijos que se tienen en España!"."Uy, me había imaginado a tu madre muy distinta? No sé, más mamma". La primera no necesita comentarios, es toda una joyita. Para la segunda observación, mejor explicar el contexto: mi castellana madre me fue a visitar y se la presenté a uno de mis compañeros de piso, que dicho sea de paso, no es ningún inculto - ¿o sí?- y estudia Filología alemana e inglesa en la Universiad; mi madre es una mujer de mediana edad bien conservada, pero él se quedó estufacto, se imaginaba a una gorda bigotuda, con mandil y una flower en la cabeza. Creo que los ejemplos hablan por sí solos.

5. Los colores preferidos de los alemanes a la hora de vestir son el negro, el beige y el verde militar. Yo que siempre voy toda colorida, parezco la bandera gay a su lado. Su tienda por excelencia es el H&M, mientras que muchos de nosotros vamos al imperio Inditex, porque es bueno, bonito y barato. Allí también hay, pero la ropa es pelín más cara que en el Zara castizo.


6. Los chicos alemanes son mucho más metrosexuales; la tierna estampa de la panda de amiguetes que queda en el bar de turno para tomarse unas birras con el chándal que no se quitan ni para mear sería todo una atracción cultural en Germany, allí maquearse es como un acto reflejo. Su truco: ir en plan casual-grunge-cool, pero que parezca un accidente, que no se noten las horas que han pasado dándose gomina o bajándose los pantalones justo para que se les vea la marca de los calzoncillos. Por su parte, las chicas se ponen menos collares, pendientes y complementos en general; hay veces que me miran como si fuera una hortera, con mis colorines, pañuelos y pendientes de rastro. Pero me da igual. Yo siempre voy divina. Ojo al dato: casi todos van a correr, si no al gimnasio, hacen pilates, capoeira, yoga, etc. etc.


7. La tele alemana es más bazofiera que la española, a mi modo de ver. Están de moda los realities en los que se simulan juicios donde todos, hasta el que manda pasar a los invitados, son pésimos actores. Eso sí, no nos ganan a cotillas ni a tiros. El famoseo nauseabundo de la televisión en España se lleva la palma, el fenómeno no existe allí.


8. Para ligar en Alemania tienes que pasarte horas haciendo contacto visual. Conclusión: no te comes un puto rosco a menos que vayas borrachillo/a. Eso de la interacción entre pandillas que tanto se da por aquí ("anda, ¿de dónde sois?", "¿dónde está la zona de marcha por aquí?", "tú estudias blablabla, ¿no? creo que te he visto por la facultad") es una gran desconocida para ellos. Pero cuando beben, todo vale, se ponen hasta hablar español sin haberlo estudiado, el alcohol hace milagros. En cuestión de ligar, muchas veces son las chicas las que llevan la iniciativa.... Ellos se dejan querer o te mandan a tomar por culo, según les caigas.


9. Cualquier alemán medio sabe mantener una conversación más que decente en inglés (policías, camareros, etc.), cosa que me impresiona. Aquí la gente que lo ha estudiado durante años hay veces que se acuerda ni de decir "how are you".


10. En Germany hay una panadería por habitante más o menos. Hay veces que pienso que el pan es para ellos tan necesario como el aire que respiran. Los domingos o fines de semana van a cualquiera de las mil panaderías del barrio a pertrecharse de bollos que luego parten por la mitad y llenan de mortadelas, quesos y bombas calóricas varias. Eso sí, de vez en cuando le meten una rodaja de tomate o una hoja de lechuga por aquello de "hay que comer sano". Y se pegan un festín con alegría, se quedan más a gusto que un arbusto después de haberse zampado dos bollos rellenos o más por cabeza y ya tienen combustible hasta la noche...


11. Los españoles decimos muchas más palabrotas (yo lo único que les oigo a ellos es "mierda", he aprendido el resto de insultos porque me los estudié del diccionario) y somos infinitamente más escandalosos (o expresivos, según se mire) a la hora de hablar, dicen que les dejamos sordos. También nos reímos más y con más ganas.


Bueno, podría mencionar mogollón de cosas más, pero me quedo con once. No son ni las más representativas ni las que mejor definen a mi país de acogida, que conste, las he ido escribiendo según se me han ocurrido espontáneamente. Sé que no se puede generalizar, que habrá alemanes a los que no les guste la cerveza (aún no he conocido ninguno) o que meen de pie, es sólo la visión en clave de humor de una emigrante voluntaria que ha sido muy feliz allí, aunque siempre seguirá siendo de aquí, por muchos años que viva en el exilio.

martes, 9 de enero de 2007

Año nuevo... ¿vida nueva?


Pues no tengo ni idea si en el año nuevo dará un giro mi vida... Por lo pronto me conformo con que sea como el 2006, que, a pesar de mis paranoias, indecisiones y desorientaciones varias, no ha estado nada mal.

El retorno al terruño me está sentando bien. Tras unas cuantas semanas de no sentirme ni de aquí ni de allí, vuelvo a disfrutar de pasear por las calles de Charroland, de los reencuentros con viejos amigos, de estar con mi familia... Vuelvo a recuperar el norte, a creer más en mí y a tomarme la vida como lo que es, una aventura. Me apetecería escribir sobre un millón de cosas que se me pasan ahora mismo por la cabeza, pero como ando algo escasa de tiempo, me limitaré a dejar la letra de una de mis canciones favoritas, de Amparanoia. Un gran grupo y una canción que me encanta.



LA VIDA TE DA

La vida te lleva por caminos que ni te imaginas

A veces me sorprendo triste,
y qué haré yo con mi vida,
lo que debo hacer con lo que quiero,
lo que quiero tener, con lo que tengo.

Vete tristeza, viene con pereza y no me deja pensar,
Vete, tristeza, tú no me interesas,
está sonando la rumba y me llama, me llama a bailar

La vida te da presión,
y no es de garrafa, no es de sifón
La vida te da preocupación,
deja la preocupa, pasa a la acción

Qué será de la preocupación,
que será…
Qué será de la preocupación,
Qué será…

A veces creo que no pasa nada
y algo afecta mi alma,
me siento mal conmigo misma,
me siento mal, no encuentro salida

La vida te da….

Ay la vida con sus penas y sus alegrías,
Te da pasión, te regala sonrisas

Ay la vida, ay tu vida, ay mi vida
Vive, vive, vive tu vida

Qué será de la preocupación,
Qué será…

viernes, 5 de enero de 2007

Queridos Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:

Esta noche haréis una parada en mi casa, como todos los años. ¡Qué alegría, qué alboroto! Los últimos años no os he vuelto a escribir carta, porque no me hacéis ni puto caso y al final me traéis lo que os da la gana. He de decir que soléis acertar(siempre me llevo gratas sorpresas), aunque no sé si tiene mucho mérito, ya que llevamos ya bastantes añitos de carteos y visitas fugaces. Aún no se me ha olvidado el año en que me dejasteis carbón (de verdad!) en los zapatos y escondisteis los regalos detrás de la cortina del salón ¡Qué escándalo! Tenía 7 años pero los berridos que me hizo pegar el tremendo disgusto (había sido una niña muy muy buena y no me merecía tal palo) debieron de atravesar las cuatro plantas de mi edificio y despertar al gato del vecino del primero. Pero bueno, no soy rencorosa y después de abrir la caja de la maravillosa granja de playmobil di por concluida la tragedia, aunque todavía sufro palpitaciones cada vez que me pongo a recordar... Mejor corramos un tupido velo.

Soy bastante conformista en lo material, no os voy a pedir ni un coche ni una videocámara o PlayStation2 con el Singstar; también conozco vuestras limitaciones, así que no voy a ser tan gilipollas de empezar a pedir la paz en el mundo, que se acabe el hambre en África, etc. etc... (hostiaría a los famosillos de turno que sacan su vena altruista delante de la cámara para quedar bien, y son muchos); pero como también sé de vuestros alucinantes poderes, y aprovechando la confianza, me lanzo a la piscina y que sea lo que dios quiera.... Este año, quiero conocer a un tío sensible, inteligente y guapo, que además sea una bomba sexual. Sólo os pido que me lo pongáis en el camino, el resto ya lo hago yo. Para mí sería todo un subidón, ya que sólo los he visto en películas y series de televisión, o leído en libros. Sólo de pensarlo me entran escalofríos de gustirrinín!! Me haríais la caperucita más feliz de la Tierra. Lo dejo en vuestras manos. Si consideráis que me peco de ambiciosa, basta con que me dejéis algún collar, bragas o colonia debajo del árbol, que ya capto el mensaje.

Hasta esta noche.
Muchos besos,

Caperucita

p.d. el agua para los camellos, ¿mineral o del grifo?