miércoles, 25 de abril de 2007

Creced y multiplicaos

A partir de ahora será legal abortar en México D.F. en las 12 primeras semanas de gestación. Mientras la mitad del país, el Vaticano y otros millones de falsos beatos más papistas que el Papa se rasgan las vestiduras, yo sólo puedo decir una cosa al respecto: bravo. Ni más ni menos.
Sigo sin entender muy bien por qué tanto escándalo con el aborto, con la infinidad de aberraciones que lleva perpetradas el ser humano desde sus orígenes y de las que hoy por hoy somos testigos indiferentes a través de las noticias: invasiones de países en la miseria con el pretexto de la presencia de armas ficticias, torturas, incendios forestales, mentiras políticas, las consecuencias de la colonización en medio mundo... Y un largo etcétera de calamidades. Vamos, que el mundo está hecho una mierda, como para que la gente ponga el grito en el cielo por la legalización del aborto.
Si una mujer quiere abortar, está en su derecho. Al fin y al cabo, el proyecto de ser humano está creciendo como un alien en su interior, alimentándose de su comida, respirando su aire, habitando su vientre durante nueve meses sin tregua. Una de las cosas más bellas que le puede pasar a una mujer es tener un hijo. Pero deseándolo. Soy de las que piensa que un niño tiene que venir al mundo para ser querido y poder disfrutar de una vida digna, bastante mal pinta la cosa ya de por sí (el apocalipsis se acerca) como para encima condenar a una pobre criatura a una existencia miserable, a ser blanco de reproches, desencadenante de frustraciones paternas que no desearon su llegada en su momento y ahora no llegan a final de mes, etc.
"Creced y mulitiplicaos", dijo Dios cuando creó el mundo y todo era bonito y recién estrenado. Ahora, en un planeta atestado, cobijo de guerras olvidadas, que lleva por bandera la miseria de tres cuartas partes ante la indiferencia y pasividad de la minoría restante, el Papa sigue diciendo lo mismo. No sé cómo no le da vergüenza seguir escupiendo esas burradas desde su burbuja de opulencia. Que se enteren todos los papistas que una mujer no aborta por gusto. Abortar no es como comerse un helado, leer un libro o ir al cine. Cuando una mujer decide dar el paso, seguramente deja atrás noches en vela y cargos de conciencia por rechazar a un hijo que quizás sí desea tener, pero en otras condiciones. Abortar es un trauma, no un gusto de mujeres despiadadas y desnaturalizadas. Si fueran los hombres los que se quedaran embarazados, el aborto se hubiera legalizado hace décadas. Me juego el cuello (y no lo pierdo).

2 comentarios:

almarrota dijo...

ole por el post.

totalmente de acuerdo, excepto por el feminista y fuera de lugar comentario final (no soporto ni a los machistas ni a las feministas, que le voy a hacer..)

no subestimes a la religión. ahi no hay distinciones, se quemaba igual a un hereje que a una hereje, y el sida no hace distinciones, y aun asi el vaticano sigue condenando el condon.

por lo demás, gran post.

otro dia hablemos del derecho negado a un padre a tener derecho también sobre este tipo de decisones. Daría años de mi vida porque el ser humano hubiera sido ovíparo. :)

un beso, alemana... se echan de menos esas noches de interesante debate pseudofilosófico, pero ya se sabe, es por un bien mayor, asi que, disfruta la vida!!!

vive!!

besos

luix

Anónimo dijo...

Muy buen Blog! felicidades. Sigue así
¿Hacemos intercambio de blogroll?
Burbruja

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