jueves, 11 de enero de 2007

Deutschland vs España


Terminar de leer un buen libro, como hoy, tiene en mí el efecto de un narcótico: me invade una agradable sensación de paz interior y con el mundo, me siento más inteligente, más guapa, mejor persona.... Cuando termina este pseudodopaje intelectual y vuelvo a la realidad, inevitablemente me veo como una inculta patética pretenciosa por escribir un ridículo blog con plantilla prediseñada que no aporta nada al mundo, a pesar de que cada vez que poso mis dedos sobre el teclado sueño con que un editor hada madrina me lea, vea en mis paranoias un filón y me ofrezca un contrato millonario por adaptar mi bitácora a libro, con el que me forraría, pudiéndome hacer todos los másters que se me antojaran en disciplinas para mí la hostia aunque inútiles a los ojos de este mundo capitalista e ingrato, comprarme una casita en alguna recóndita playa de Andalucía y dejar de tener que meterme cien veces al día en infojobs a ver si cae una ofertita de mierda remunerada con 800 putos euros al mes que se ajuste al perfil de servidora... Tal como le sucedió a J.K. Rowling, la del Harry Potter.... En fin, la de cosas que una se imagina en una centésima de segundo... Hay veces que me doy miedo a mí misma.

Pues lo dicho. Hoy no voy a escribir ninguna historieta en la que prime la forma por encima del contenido, no quiero hundirme por los suelos al comparar mis escasas dotes literarias con las de otros genios... Haré una lista de las cosas que me sorprendieron en su día, las que todavía me chocan y las que sigo sin entender de mi país de acogida: Deutschland, Germany, uséase, Alemania.

1. En Alemania los hombres se sientan para mear. Quizás hay españoles que también, pero no deja de sorprenderme el ir a casas de alemanes y ver que en el baño está la postalita-barra-pegatina-barra-dibujito que te insinúa o más bien te amenaza para que te sientes cuando quieras romper aguas. A mí plin, pero mis amigos españoles se pasan la advertencia por el forro, dejan rastros indeseables fruto de la mala puntería, trayendo como resultado el escándalo y la indignación de las germanas (sobre todo mi ex-compañera de piso), que nos toman por guarros primitivos.

2. Los alemanes tienen concienza ecológica (iba a añadir "más que los españoles", pero mejor me callo, porque aquí el ecologismo brilla por su ausencia). Como buenos amantes de la madre Tierra separan la basura (aquí ya se empieza a hacer, todo hay que decirlo, pero allí ya está más que asumido y de sobra aplicado) en envases con el punto verde, basura de origen biológico, papel, vidrio (y dentro del vidrio, en vidrio marrón, blanco, verde, etc.).

3. Es cierto que a los alemanes les molan mucho la cerveza y también las salchichas, igual que a nosotros nos tira la tortilla, las tapitas o el calimocho. Y aguantan, aguantan, aguantan bebiendo, como el conejito de duracell. Hay de todo como en botica, pero así es en general. Luego dicen que YO tengo un problema de con la bebida cuando después de 2 birras tengo que hacer una pausa a que baje la hinchazón estomacal.


4. La inmensa mayoría de los alemanes piensan que España es la españa franquista del Cuéntame. Además están convencidos de que somos vagos, que dormimos la siesta todos los días y que sabemos menearnos por naturaleza como Ricky Martin/Shakira. Con este tema tendría para llenar infinitos posts, un blog entero y hasta una tesis doctoral. Para ser breve y concisa, me limitaré a hacer alusión a un par de preguntas que me han lanzado en estos últimos años y que no tienen desperdicio: "¿Sólo tienes una hermana? Con la de hijos que se tienen en España!"."Uy, me había imaginado a tu madre muy distinta? No sé, más mamma". La primera no necesita comentarios, es toda una joyita. Para la segunda observación, mejor explicar el contexto: mi castellana madre me fue a visitar y se la presenté a uno de mis compañeros de piso, que dicho sea de paso, no es ningún inculto - ¿o sí?- y estudia Filología alemana e inglesa en la Universiad; mi madre es una mujer de mediana edad bien conservada, pero él se quedó estufacto, se imaginaba a una gorda bigotuda, con mandil y una flower en la cabeza. Creo que los ejemplos hablan por sí solos.

5. Los colores preferidos de los alemanes a la hora de vestir son el negro, el beige y el verde militar. Yo que siempre voy toda colorida, parezco la bandera gay a su lado. Su tienda por excelencia es el H&M, mientras que muchos de nosotros vamos al imperio Inditex, porque es bueno, bonito y barato. Allí también hay, pero la ropa es pelín más cara que en el Zara castizo.


6. Los chicos alemanes son mucho más metrosexuales; la tierna estampa de la panda de amiguetes que queda en el bar de turno para tomarse unas birras con el chándal que no se quitan ni para mear sería todo una atracción cultural en Germany, allí maquearse es como un acto reflejo. Su truco: ir en plan casual-grunge-cool, pero que parezca un accidente, que no se noten las horas que han pasado dándose gomina o bajándose los pantalones justo para que se les vea la marca de los calzoncillos. Por su parte, las chicas se ponen menos collares, pendientes y complementos en general; hay veces que me miran como si fuera una hortera, con mis colorines, pañuelos y pendientes de rastro. Pero me da igual. Yo siempre voy divina. Ojo al dato: casi todos van a correr, si no al gimnasio, hacen pilates, capoeira, yoga, etc. etc.


7. La tele alemana es más bazofiera que la española, a mi modo de ver. Están de moda los realities en los que se simulan juicios donde todos, hasta el que manda pasar a los invitados, son pésimos actores. Eso sí, no nos ganan a cotillas ni a tiros. El famoseo nauseabundo de la televisión en España se lleva la palma, el fenómeno no existe allí.


8. Para ligar en Alemania tienes que pasarte horas haciendo contacto visual. Conclusión: no te comes un puto rosco a menos que vayas borrachillo/a. Eso de la interacción entre pandillas que tanto se da por aquí ("anda, ¿de dónde sois?", "¿dónde está la zona de marcha por aquí?", "tú estudias blablabla, ¿no? creo que te he visto por la facultad") es una gran desconocida para ellos. Pero cuando beben, todo vale, se ponen hasta hablar español sin haberlo estudiado, el alcohol hace milagros. En cuestión de ligar, muchas veces son las chicas las que llevan la iniciativa.... Ellos se dejan querer o te mandan a tomar por culo, según les caigas.


9. Cualquier alemán medio sabe mantener una conversación más que decente en inglés (policías, camareros, etc.), cosa que me impresiona. Aquí la gente que lo ha estudiado durante años hay veces que se acuerda ni de decir "how are you".


10. En Germany hay una panadería por habitante más o menos. Hay veces que pienso que el pan es para ellos tan necesario como el aire que respiran. Los domingos o fines de semana van a cualquiera de las mil panaderías del barrio a pertrecharse de bollos que luego parten por la mitad y llenan de mortadelas, quesos y bombas calóricas varias. Eso sí, de vez en cuando le meten una rodaja de tomate o una hoja de lechuga por aquello de "hay que comer sano". Y se pegan un festín con alegría, se quedan más a gusto que un arbusto después de haberse zampado dos bollos rellenos o más por cabeza y ya tienen combustible hasta la noche...


11. Los españoles decimos muchas más palabrotas (yo lo único que les oigo a ellos es "mierda", he aprendido el resto de insultos porque me los estudié del diccionario) y somos infinitamente más escandalosos (o expresivos, según se mire) a la hora de hablar, dicen que les dejamos sordos. También nos reímos más y con más ganas.


Bueno, podría mencionar mogollón de cosas más, pero me quedo con once. No son ni las más representativas ni las que mejor definen a mi país de acogida, que conste, las he ido escribiendo según se me han ocurrido espontáneamente. Sé que no se puede generalizar, que habrá alemanes a los que no les guste la cerveza (aún no he conocido ninguno) o que meen de pie, es sólo la visión en clave de humor de una emigrante voluntaria que ha sido muy feliz allí, aunque siempre seguirá siendo de aquí, por muchos años que viva en el exilio.

2 comentarios:

ajuajuaju dijo...

Y beben té, muuuucho té

La Marmota dijo...

Jaja por favor como me he reido, estoy de erasmus aquí y es todo tan cierto! a mi lo q más me sorprendio, xq el resto ya me lo esperaba, fue lo de mear... mae mia...